
Somos una joven empresa de Madrid, que ha querido aunar la tradición familiar olivarera con la tecnología más avanzada en la elaboración de aceite de oliva virgen extra ecológico.

Así, cuidando nuestros olivos con técnicas agronómicas ecológicas, recolectando las aceitunas en el momento óptimo y elaborando el aceite en nuestra planta conseguimos un control absoluto, desde el cultivo al envasado, de nuestro aceite de oliva virgen extra ecológico.

Nuestro sistema es mayoritariamente de secano obteniendo así más sabor, mayor concentración y aroma.
Esta es nuestra historia


El origen (hace más de 100 años).
La Aceitera de la Abuela recibe el nombre de doña Patrocinio Ruiz, la primera propietaria de la hacienda sobre la que descansa nuestra almazara. El principio de esta historia se remonta a hace más de cien años. A falta de una vida cómoda en el pequeño pueblo de Titulcia, los abuelos Alfonso y Patrocinio viajaron a las tierras de Cuba en busca de oportunidades, llevando consigo el espíritu de trabajo y sacrificio que hace especial a esta familia. En esta nueva aventura los abuelos levantaron un pequeño comercio de fruta, y consiguieron hacer fortuna. Cuando la fortuna corría de su lado, vieron el momento de regresar a su pueblo, su casa. Llegaron de nuevo a Titulcia, de nuevo a las orillas del Tajuña y Jarama. Compraron una gran finca en el pueblo, que incluía un antiguo molino de harinas conocido entre los lugareños como “la Fábrica de Abajo”.


La Guerra Civil Española. Los abuelos ya ponían de manifiesto su espíritu innovador, poniendo en marcha junto con el molino de harinas una central hidroeléctrica. Esta era alimentada por el caz del río Tajuña, que riega las tierras titulcianas. Abasteciendo de electricidad a todo el pueblo durante años con este proyecto sostenible. Fue esto unos años antes de estallar la Guerra Civil Española. Fue devastadora para todo el pueblo y la comunidad de Titulcia. Sin embargo esta familia aguantó y superó las adversidades que vinieron durante y una vez finalizada la guerra, de nuevo con inimaginable esfuerzo y sacrificio. Como su molino, que fue el único edificio en pie después del fatal acontecimiento. Trabajaron los campos de su finca, ensalzándolos con maestría en el arte secreto de la agricultura; enriqueciendo al pueblo y a sus gentes; y enriqueciendo su tradición y su legado. Siempre siendo pioneros, poniendo en práctica sus grandes ideas e innovaciones.
Años 70. Ya entrados los años setenta, el hijo mayor de Patrocinio y Alfonso, Andrés Rico, toma el relevo de sus Padres en la gestión de la hacienda. Manteniendo vivo y enriqueciendo el legado familiar. Tras la muerte de Andrés, su hija Ana María, la nieta de Patrocinio, hereda la fábrica y el testigo de sus abuelos y de su Padre. Ella y su marido Pedro Álvarez decidieron embarcarse en una nueva aventura: La ampliación de superficie de olivar de la explotación agraria familiar.
Años 90. Atendiendo a ese espíritu innovador y respetuoso con el medio apuestan por la agricultura ecológica, a mediados de los noventa. A pesar de ser pioneros en esta práctica agrícola en Madrid, nunca veían en su trabajo el fruto de una valoración justa. En un mercado que le daba la espalda a este método de cultivo. Viéndose en esta situación, tuvo lugar el nacimiento de La Aceitera de la Abuela, en homenaje a la mítica Abuela Patro. Creando la primera almazara en Madrid que elaboraba únicamente aceite de oliva ecológico. Esta joven empresa construida por Ana y Pedro sobre los consistentes cimientos de amor por el trabajo, sostenibilidad y equilibrio con la naturaleza. Y siempre tradición e innovación por bandera. Estos son los rasgos esenciales de la firma, que se esconden tras su nombre “La Aceitera de la Abuela”.
Actualidad. Esta joven empresa que recuerda su pasado con orgullo y mira hacia el futuro con ilusión, y que sigue creciendo a día de hoy de la mano de Pedro y de su joven retoño Pedro Andrés. Agrandando aún más el fruto nacido de la semilla de la tierra y nutrido por años de experiencia y sabiduría, por cada gota de sudor derramada en estos suelos, por la esencia de lo natural. Para poder compartirlo con la gente de hoy, y del mañana.

Política de la empresa
Calidad
Partiendo de una aceituna seleccionada de excelente calidad, le añadimos ilusión, esmero y el buen hacer que ponemos desde el cultivo al envasado.
Seguridad alimentaria
Está controlado por el comité de Agricultura Ecológica y la Consejería de Samidad de la Comunidad de Madrid.
Relación calidad/precio
Ajustando los márgenes tanto en la producción como en la comercialización, hemos buscado un precio justo, tanto para el agricultor como para el consumidor final.
El Comité de Agricultura Ecológica de Madrid (CAEM) es el organismo que vela por la calidad y métodos de elaboración del aceite de oliva ecológico en Madrid y por que se cumpla la exigente normativa Europea (Reglamento CEE 2092/91) según la cual, los agricultores y las industrias agroalimentarias que los producen, están sometidos a un régimen de inspección y control por parte del SERVICIO DE INSPECCIÓN del CAEM que con visitas de inspección, toma de muestras y control documental de los operadores inscritos que, de forma independiente y objetiva, analiza y CERTIFICA todos los requisitos exigidos para su producción y elaboración del aceite ecológico en Madrid.
Compromiso con el Medio Ambiente

El cultivo se realiza con técnicas ecológicas.

El proceso de elaboración, en la almazara o planta de elaboración, se realiza con criterios respetuosos con el medio ambiente, cerrando el ciclo productivo sin vertidos. Todo se recicla: el hueso de la aceituna se aprovecha como biomasa y el orujo de la aceituna, tras un proceso de compostaje, como abono orgánico.

Tanto la explotación agrícola del olivar, como la almazara, no genera residuos, cerrando completamente su ciclo y reutilizando los mismos.

En el envasado y etiquetado, las etiquetas son de un material que se recicla directamente con el PET sin necesidad de separarlo como ocurriría con el papel. Se utilizan siempre materiales que admitan un posterior reciclado.

La fábrica
Nuestra Almazara está situada al sureste de Madrid en la localidad de Titulcia, a 35 kilómetros de la capital, en plena comarca olivarera madrileña.
Nuestras instalaciones son de tecnología alemana de última generación, cuyo método de elaboración es de extracción en frío, únicamente por medio mecánicos.


Nuestros Olivos
Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra nace en las tierras del Sur de la Comunidad de Madrid en los páramos, laderas y lomas de la comarca de Las Vegas, que los Ríos Tajo, Jarama y Tajuña han formado con transcurso del tiempo.
Son suelos fértiles que conforman un mosaico de cultivos, olivos, viñas, cereales y manchas de arbolado y matorral lo que favorece en gran medida la biodiversidad y la riqueza ambiental.
El olivar madrileño, con un alto porcentaje de olivos centenarios, ocupa 25.414 hectáreas, representa 11% de la superficie labrada, tiene un fuerte componente medio ambiental por su localización en zonas de laderas y pendientes frena la erosión del suelo y como elemento característico del paisaje del Sur de Madrid, de gran belleza cromática que va variando en función de la época del año.
La fábrica
Nuestra Almazara está situada al sureste de Madrid en la localidad de Titulcia, a 35 kilómetros de la capital, en plena comarca olivarera madrileña. Nuestras instalaciones son de tecnología alemana de ultima generación, cuyo método de elaboración es de extracción en frío, únicamente por medio mecánicos.

Nuestros olivos
Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra nace en las tierras del Sur de la Comunidad de Madrid en los páramos, laderas y lomas de la comarca de Las Vegas, que los Ríos Tajo, Jarama y Tajuña han formado con transcurso del tiempo.
Son suelos fértiles que conforman un mosaico de cultivos, olivos, viñas, cereales y manchas de arbolado y matorral lo que favorece en gran medida la biodiversidad y la riqueza ambiental.
El olivar madrileño, con un alto porcentaje de olivos centenarios, ocupa 25.414 hectáreas, representa 11% de la superficie labrada, tiene un fuerte componente medio ambiental por su localización en zonas de laderas y pendientes frena la erosión del suelo y como elemento característico del paisaje del Sur de Madrid, de gran belleza cromática que va variando en función de la época del año.
